martes, 23 de junio de 2015

Nakamura Asumiko: Double Mints.

ADVERTENCIA: La siguiente reseña cuenta SPOILERS. Esta hecha de esta forma para que aquellos que quieran saber la historia del manga pero no saben japonés puedan tener conocimiento de ella. Disculpen los malestares que pueda causar a los que quieren descubrir la historia por si mismos.



Lo que tengo por decir:

Voy a contar la divertida anécdota que ocurrió cuando estaba viendo cuales mangas había leído y cuales no para ponerlos en el especial: Como en la pagina donde los leí (myreadingmanga.info) sale la imagen de portada de cada manga (a veces sale una página del manga), cuando vi la portada de este dije: "Ya lo leí... este trata de investigación o detectives según recuerdo... no lo volveré a leer", y así pase del manga totalmente. Luego me pico la curiosidad y dije: "Oh no, mejor le echo un vistazo de nuevo." Y sólo tuve que leer la primera pagina para recordar que este manga fue uno de los que leí al azar hace muchísimo tiempo y que fue para mi... ¡TODA UNA REVELACIÓN! Tanto así, que al igual que J no Subete, me inspiro a crear una historia propia basada en los personajes. Todavía no puedo creer que quisiera pasarle por un lado...

Ahora, entrando en materia. Double Mints es una historia que no cualquiera podrá entender a la primera vez. Si alguno de mis lectores esta empezando en esto del yaoi y tiene entre 12 o 14 años les recomiendo dejar este manga pare después porque probablemente vayan a quedar con un mal sabor de boca al terminarlo pues no es sencillo todo lo que pasa por la cabeza de los protagonistas de esta psicológica historia quienes muy meticulosamente llevan por nombre: Mitsuo Ichikawa

Ambos Mitsuo Ichikawa se encuentran en la misma clase de su escuela, pero uno de ellos posee un carácter fuerte mientras que el otro es todo lo contrario. Así mismo en apariencia los dos son completamente diferentes. 

 A simple vista podríamos pensar que se trata de un caso de bullying escolar cualquiera, pero cuando terminamos el manga y lo volvemos a leer nos damos cuenta que todo lo que Mitsuo (el moreno) le hacía a Mitsuo (el rubio) eran cosas que si bien las hacía por maldad, sabía perfectamente que el otro las aceptaba por voluntad propia. Es decir, Mitsuo (el rubio) consentía todo lo que el otro Mitsuo le hacía. Me atrevo a decir que no solo las consentía, sino que incluso las deseaba.  

Nakamura Asumiko juega con el papel del sumiso y el dominante. En primera instancia etiquetamos a Mitsuo (el moreno) como el dominante y al otro como el sumiso. No pareciera ser de otra forma porque, después de todo, lo que nos muestra al principio del primer capitulo es que el moreno llama al rubio después de mucho tiempo sin verse para que lo ayude a deshacerse de un cadáver: "¿Por qué yo?" dice Mitsuo (el rubio), "Porque tu eres mi perro." responde el otro Mitsuo. Aquí es donde nos surgen las primeras interrogantes: ¿Por qué el otro Mitsuo no lo rechaza?, ¿Por qué no se enfrenta a él?, Ahora son adultos, no tiene que obedecerlo como en la escuela, entonces, ¿por qué?. Sencillo, Mitsuo (el rubio) siempre estuvo anhelando esa llamada. Él quería que Mitsuo (el moreno) volviera por él.

A medida de que el manga avanza surgen nuevas preguntas: ¿Quien es realmente el que domina a quien?, ¿Esta intentando Mitsuo (el rubio) vengarse o intercambiar los papeles?, ¿Las dos cosas?. Esa atmósfera de misterio en la que el manga nos mantiene es lo que lo hace tan intrigante, lo que nos atrapa. 

La verdad, detesto a los personajes con el estilo de peinado de Mitsuo (el moreno) y en un principio mi duda de leerlo recaía en eso. Pero luego, gracias a la maestría de Asumiko a la hora de embellecer las expresiones de sus personajes principales, Mitsuo me cautivo de inmediato. Sus pestañas son un deleite visual. Esa pureza que exhala a pesar de mostrarse como un delincuente cruel y sin escrúpulos es lo que mas me fascina de Asumiko, ella puede hacer que lo desagradable se convierta en hermoso solo con un par de trazos sutiles y delicados. 

El manga nos traslada al mundo yakuza desde su punto de vista mas crudo. Mitsuo (el moreno) ha elegido vivir una vida difícil, Mitsuo (el rubio) ha vivido una vida común. Es para mi terriblemente curioso como al reencontrarse con el que él llama su "otra mitad", Mitsuo (el rubio) parece retomar su vida como si el tiempo que estuvo sin el otro Mitsuo hubiese sido una parte sin contexto en ella. Así, cuando Mitsuo (el moreno) vuelve a él, todo su ser se inclina ante este. No hay nada que importe mas que el otro Mitsuo Ichikawa.

Aquí entra el titulo del manga al juego: Double Mints. Ellos son dos mentes, dos cuerpos, pero lo que los dos persiguen en el otro es una identidad. Corrección: lo que los dos encontraron en el otro es su verdadero ser. "Ser", no en el existir, sino ser en el todo. Lo que son, lo que los complementa. Uno no es sin el otro porque los dos son uno. ¡Toda una filosofía metafísica en un solo manga!


Hay un momento en el manga en el que se nos cuenta una leyenda de un hermafrodita. Mitsuo (el rubio) relaciona esta leyenda con la relación que él y Mitsuo (el moreno) tienen. Asumiko juega con esta leyenda, los personajes y el lector. Desde un puritano punto de vista el convertir a los dos Mitsuo en un una sola identidad sería algo inconcebible, pero la artista sabe que lo que esta haciendo no es solo una historia romántica, un drama amoroso, no. Aquí ella esta jugando con lo literario y va mas allá de lo comprensible a los ojos comunes. El que los dos hombres lleven el mismo nombre es tan importante como el contraste que existe entre los dos. 

Ya no me queda nada mas que decir realmente. Este es un manga que se puede disfrutar si uno lo lee con la mente muy abierta, a la expectativa de lo sobrenatural aunque lo sobrenatural nunca llegara. Una parte en particular que también pensaba incluir era el momento en el que Mitsuo (el rubio) hace lo imposible para conseguir el vídeo donde se ve como a Mitsuo (el moreno) le cortan su precioso cabello. En ese vídeo no solo le cortan el cabello sino que muchas otras cosas humillantes hechas a Mitsuo (el moreno) están grabadas. Cuando este descubre al otro viendo esta cinta, se rompe. El quiebre que ocurre en la relación de los dos en ese momento es para despistar, pues la verdad es que lo que ocurre va mas allá de un quiebre. Es una unificación. 


Hacia tiempo que no escribía una reseña de este tipo, me he sentido On fire desde que empece y voy a dejarlo ya porque voy a parecer una fanática loca y la verdad, aunque no lo crean, este no entra en mi lista de mangas favoritos, pero definitivamente esta en la lista de esos mangas magníficos que no tienen igual y que se pueden leer una y otra vez para encontrarle algo completamente diferente a lo que le habíamos leído la ultima vez. ¡Solo me queda a invitarlos a leerlo y dejarme su opinión en los comentarios!


En la pagina final Asumiko explica de donde se inspiro para escribir esta historia y me parece muy importante en cuanto a la esencia del manga: 

En sí dice que ella leyó un libro llamado "Un Carpintero y un Oniroku" (Oniroku es un tipo de demonio del folclore japonés). El cuento va de que al carpintero lo mandan a construir un puente sobre el río, pero en el río vive un demonio que no lo deja construir el puente. El demonio le dice que si adivina su nombre lo dejará hacer lo que quiera. Al final el carpintero descubre que el nombre del demonio es "Oniroku" y así es como finalmente puede construir el puente.

Ella lo leyó y como era joven y curiosa se preguntó porque el demonio obedeció al carpintero solo por saber su nombre. Supuso que al saber el nombre, el demonio paso de ser un demonio desconocido a algo real. En otras palabras, el nombre es la identidad, es la persona en sí.

He aquí la premisa principal de este manga, de como el nombre te da el ser.